Estimado Livingstone85,
No te mentiré: esta mañana me sorprendió muy gratamente tu despedida de Menéame. Si antes te había admirado por tu carísmatica inteligencia, tu originalidad y tu valentía (eres de los pocos usuarios de foros de Internet que no se escudan en el anonimato de un alias), con tu cese de esta mañana, con tu dimisión de Menéame, pensé: "Joder, y encima es íntegro, y también tiene dignidad".
También pensé que al fin comprendías lo que es Menéame: un medio corporativo de divulgación de noticias con las mismas normas, línea editorial y misma censura que cualquier otro mass media. Pensé: "Se dio cuenta de que Menéame es otro mass media, como la Sexta, El País o la Cope, y que su opinión solo se divulgará por aquí mientras concuerde con la línea editorial de Menéame, que suele ser "progresista", aunque dentro de un orden, cuidado, no hay que llegar a extremos, progresía reformista, pero respetando a los señoritos del cortijo... Pero es que no me lo creo, le han metido un strike de mil pares de cojones, hay que joderse, ya no se respeta ni a los trabajadores más talentosos ni a los que más venden... No somos nada".
Terminé de leer la carta de PasaPollo, que incluía tus palabras, tu descarnado y heroico cese, y seguía sin entenderlo: "No es posible. ¿Menéame sin Livingston85? Tremendo. Menuda cagada de los admins, pero claro, se ha metido con VOX, y VOX está vinculado a Israel... Pero me alegro, porque al fin se dio cuenta. No le pagaban, perdía el tiempo continuamente con el móvil en pos de su dosis de dopamina, un tiempo que en su caso es precioso, que podría emplear leyendo a los clásicos: Horacio, Plutarco, Virgilio, o al más actual Montaigne, que los aglutina a todos. También podría leer, si no lo hizo ya, a Schopenhauer, Stevenson, Chesterton, Kipling, Papini, Rulfo... o cualquier otro recomendado por Borges. En la escritura es fundamental la lectura, él lo sabe, pero Menéame lo distraía, no le permitía mejorar, evolucionar, perfeccionarse".
Luego me leí un largo número de comentarios de usuarios. El asombro era casi unánime. Pero, maldito el instante, tras abrir de nuevo la página esta tarde me encontré con que volvías, ¡y con 17 puntos de karma y nuevo avatar, uno melancólico! No te negaré que me disgusté, experimenté una sudoración asquerosa, la espalda empapada, las manos, la frente... "¿Qué ha hecho? ¿Por qué? ¿Dónde está la integridad? La droga fue más fuerte, tranquilízate, y compréndelo, es un ser humano que busca su porción de dopamina, y además la página le sirve para conocer chicas. ¡Pero no se puede dimitir y a las dos horas volver y dar las gracias por el apoyo recibido! Sí se puede, no estamos en política. ¡No! Sí. ¡No! Sí. ¡No! Ya lo ha hecho, no hay vuelta atrás. ¿Se habrán puesto en contacto con él los admins? Claro. ¿Le habrán pedido perdón? Claro. ¿Le habrán ofrecido dinero para que siga? Claro que no. Lo seguirá haciendo por su dosis instantánea de placer al recibir comentarios, likes, comentarios privados de admiración".
He escrito bastante. No quiero fatigarte, compañero Livingstone, porque el día de hoy, no me lo negarás, está siendo muy intenso.
P.d.: Yo soy uno de los usuarios más antiguos de Menéame, coetáneo de Gallir, pero siempre termino baneado. Por eso me abrí hoy un usuario nuevo, porque el anterior tenía un strike de 7 días, y no había otra manera de escribirte estas palabras.
Fdo.: Putito
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